Hubo un tiempo no muy lejano, en el que no se
consideraba a una persona un hombre o una mujer, hasta que no había visto lo
que había más allá de las montañas y recorrido los siete mares. De casi todos
es sabido, que la armónica asimetría del seno de los Paulovers está
contagiada por ese espíritu de búsqueda y cambio. Un complejo e incierto
periplo en el que encontramos nuevos compañeros de viaje, rencontramos a
algunos de los viejos e inevitablemente, de otros hemos de despedirnos.
Mystic Child, la conexión pauloveriana con la Tercera
Dimensión, nos dice adiós definitivamente. Cuestiones personales lo alejan de
nuestro lado, lo que nos apena enormemente. Sin duda echaremos de menos sus
elegantes arreglos guitarrísticos, la magia de su producción audiovisual, las
bromas tontas en la “Segunda Línea” durante los conciertos, sus
reflexiones empapadas de sapiencia ascética y las mil y una vivencias
compartidas en las epopeyas de los últimos años. Mystic Child: miembro emérito
honorario de esta nuestra disfuncional y entrañable familia.
Pero no todo son malas noticias. Después de ejercer de
“road manager” y de colaborar de distintas formas con The Paulovers, FuNkY
bOb se une a nuestro viaje como otro miembro más. Obsequiándonos con su
obsesivo y funkero groove, con percusión y bajo.
En el apartado de reencuentros y aunque de momento no
podemos desvelar su identidad, dos viejos compinches de correrías se subirán
con nosotros a celebrar el sonido y el silencio de ese caprichoso arte
que es la música…
No se lo pierdan, seguramente será otra epopeya para el recuerdo.